Taller

El taller de la Asociación se inicia con el proyecto de poner belenes abiertos al público, en lugares señalados de la ciudad.

Se empieza modestamente en 1993. El Rector del Seminario nos ofrece un local detrás de los edificios, no utilizado, que se acondiciona como taller. El primer Belén se instala en la oficina de turismo de El Escorialín, en el Campo de San Francisco.

A partir de 1996 se inaugura el Belén Emblemático de la Asociación Belenista de Oviedo, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad: un belén tradicional, que se ha podido contemplar en años sucesivos, en el Sanatorio Miñor, en la Capilla de la Universidad, en el Real Instituto de Estudios Asturianos, en el Café Español y, desde el año 2003, en el Auditorio Príncipe Felipe.

En el año 2006, el Ayuntamiento de Oviedo propone a nuestra Asociación que se encargue de crear en la Plaza de la Catedral, centro histórico de la ciudad, un entorno navideño: todo un reto. Con la colaboración de la Asociación Belenista de Gijón (Luisma y Lourdes, Maite, Ramón, Ángel, Raquel…) se llevó a cabo el proyecto de un Conjunto belenista, que rodea toda la plaza, con el Belén Monumental, el Gran Portal; una Muestra de Belenes del mundo y la Exposición de Dioramas con escenas de la Navidad.

Todo se hizo con escasez de medios, de espacio, de experiencia en este tipo de montajes monumentales. Y se vio la necesidad de un local adecuado, si en años sucesivos había que elaborar proyectos semejantes. Más adelante, el Ayuntamiento cedió un local disponible, donde hoy la Asociación tiene el taller y la sede social.

En el taller el equipo que realiza los belenes trabaja durante todo el año, en una labor creativa que va desde la preparación de los distintos elementos: planos y bocetos del belén monumental, del paisaje, las escenas; el acopio de los materiales, la construcción de las edificaciones, selección de figuras… a la distribución de los stands en la Plaza de la Catedral, determinando el contenido de cada uno. El ritmo varía a medida que pasan los meses: reflexivo y pausado, antes del verano; acelerándose de septiembre a diciembre. El taller se llena hasta rebosar de las piezas realizadas. Al fin llega el traslado a la Plaza de la Catedral. Días tensos e intensos los del montaje: es la hora de la verdad. Hay que ensamblar lo realizado hasta completar la obra, acoplar luz, sonido, efectos especiales… Así han sido los últimos siete años: cada Navidad nuevos proyectos, nuevas ideas, nuevas ilusiones…

A partir del año 2015, la exposición se traslada a la Plaza de Trascorrales donde además del Belén Monumental se pueden visitar otras muestras belenistas que se van renovando de año en año.