Belenes Camino de Santiago    

Serafín Rodríguez

La historia del Camino de Santiago presenta dos hitos importantes. El primero es el descubrimiento de los presuntos restos del Apóstol en el año 824, con la aparición de aquellas luminarias, y segundo, la edición de un pergamino sobre la explicación del origen de aquellos despojos humanos, que condujo a investigaciones posteriores con otros documentos y señales que se fueron elaborando en torno al camino.

El belén, tal como se entiende hoy en sentido evangélico y popular, todavía no había surgido, pero en cambio, las escenas, poco a poco se fueron reproduciendo desde los primeros tiempos a través de entidades como las iglesias y los peregrinos, convirtiéndose en el alimento espiritual del camino. Esto se generaliza a partir del siglo X, a raíz del desarrollo del arte románico, donde se esculpieron capiteles, frisos, tímpanos y puertas de iglesias, que fueron recreando los sencillos temas del Belén, conocidos e interpretados por los cristianos como obras de arte con fines didácticos y religiosos. Llegó el momento de compartir el camino con el Nacimiento de Jesús, tomado de los escritos evangélicos o de la tradición popular.

Existen en todos los caminos de Santiago, pero especialmente en el francés, el cual recibía la mayor parte de los peregrinos. Se contabilizaban 16 conjuntos o edificaciones románicas con más de 50 escenas del Belén. Aumentaría su número sensiblemente si tomamos en cuenta los caminos secundarios.

En general, son representaciones belenistas que se repiten en diversos templos: la Anunciación, la Visitación , el Anuncio a los Pastores, La Adoración de los Reyes Magos, etc., o sea, una Navidad evangélica. Las escenas de arte están grabadas sobre piedra tallada, a veces en pintura, y contienen carácter moral de cara a los peregrinos (era como una lección preparatoria que culmina en el Pórtico de la Gloria ).

A esto se deben añadir otros documentos conservados en los libros de las catedrales, iglesias, ermitas y casas. El conjunto supone un aire renovador en torno a la divulgación del Belén. Sería largo enumerar todos los lugares de la ruta donde existen temas belenistas, pero comentaremos algunos de los más interesantes.

  • San Juan de la Peña. Ubicado en plena naturaleza y muy adecuado para el recogimiento y la meditación. Datan de hacia el año 1150 y se sitúan en una serie de capiteles historiados. Allí se esculpen la Anunciación , Visitación, Nacimiento, Anuncio a los Pastores, etc. El estilo artístico es propio del románico con ojos saltones, expresionismo, figuras tranquilas y mirada ausente. Tenemos en síntesis un pequeño Belén.
  • Frómista y Carrión de los Condes. Frómista es un fin de etapa del largo camino con una iglesia perfecta, equilibrada, de gran belleza. Un templo con más de 300 canecillos y entre ellos sobresale una Adoración de los Reyes Magos; un rey agachado y ofreciendo el regalo, y otros dos caminando hacia el Niño Jesús sostenido por María en sus brazos. Esta iglesia tiene relación con Jaca, que posiblemente haya copiado los temas navideños y su arte. Se completa con Carrión de los Condes, fin de otra etapa, donde también se representa la Adoración de los Magos.
  • San Isidoro de León. Aquí abunda la representación belenista. Aunque la basílica es del siglo X, sin embargo se reconstruye por Fernando I en el año 1066; su apogeo fue en el siglo XII. Gracias a un milagro, se han conservado los elementos artísticos a pesar de los avatares de la historia. Nos presentan una serie completa de escenas de todo tipo. Los temas belenistas con figuras mezcladas, en este caso con pinturas de gran realismo y colorido: una obra de arte que pueden admirar todos los visitantes. No solamente contiene figuras belenistas sino también la pila bautismal con temas enigmáticos de diversas interpretaciones, entre ellas las belenistas, como la Adoración de los Pastores y la de los Reyes e, incluso, una mujer que se interpreta como la Virgen.
  • ¡Compostela! ¡Santiago! Final del camino y de la peregrinación belenista; debiera ser la culminación del Belén por sus esculturas, capiteles, relieves y su simbolismo universal. Sin embargo luce figuras y escenas modestas, pero se encuentra también dentro del tema como fin del peregrinaje. En el capitel del parteluz del Pórtico de la Gloria , en la columna del Árbol de Jesé, aparece una esbelta figura de la Virgen de la Anunciación , pero no se esculpe ninguna más. Debemos ir a la portada de las Platerías, que en sus dos puertas y en el tímpano aparece la Virgen con su Hijo, los Reyes e incluso la estrella y el Ángel; en la parte alta, una supuesta huida a Egipto y otra vez la Anunciación. Las interpretaciones sobre estas escenas son dispares y hay sobre ellas diversas opiniones. Es curioso que no figure el Misterio de la Navidad.

Existen otras muchas escenas en capiteles y grabados, pero esto es sólo una muestra de que el Belén existe desde épocas inmemoriales, y que se fue extendiendo por el mundo entero especialmente por el Camino de Santiago.